Un restaurante de, por y para el barrio, pero con elementos que, una vez dentro, te hacen viajar a otras localizaciones. Lejos de mantener la estética clásica y normalmente poco trabajada en el diseño interior que caracteriza a los locales de barrio, nuestra propuesta de branding y proyecto de comunicación estuvo alineado desde el primer momento con el trabajo que su dueña, Esther Aranda, había confeccionado con los elementos decorativos. Imagen que, a su vez, se replica en el resto de locales que poseen a lo largo de la ciudad. Crear denominadores comunes.